Sean cuales sean los objetivos de nuestro blog, todos queremos que nos encuentren y nos lean. Y, aún mejor, que comenten y compartan.
En otras palabras: queremos posts que de verdad funcionen. Que den resultados. Veamos cuáles son las pautas para escribir un artículo.
Índice
¿Qué hay que tener en cuenta para crear posts de éxito?
Escribir un artículo efectivo no es sencillo, como bien saben todas las personas que se dedican a redactar en Internet. Pulsar teclas es simple, sí, pero hacerlo con un fin concreto en mente, y llegar a cumplirlo, no tanto.
Un blog puede tener diversos objetivos: promoción de servicios, marca personal, difusión de información por puro amor al arte… o, lo más frecuente, una combinación de varios de los anteriores.
En ninguno de esos casos basta con sentarse frente al ordenador y escribir de forma más o menos aleatoria simplemente porque ese día nos sentimos inspirados. Pero no poca gente lo enfoca de esa manera, y el resultado es, precisamente, la ausencia de resultados.
Y la desmotivación, claro. De hecho, un amplio porcentaje (tal vez un 90%, citando de memoria) de los proyectos que se inician en Internet desaparecen en menos de un año.
Así pues, y como ya hemos comentado en algún otro artículo, se podría decir que, antes de estudiarnos los pasos para elaborar un buen artículo lo primero, la base, es crear un plan de contenidos y seguirlo de forma estricta.
Eso implica hacerse dos preguntas:
¿Quiénes quiero que me lean y cómo debo hablarles a esas personas?
¿Sobre qué voy a escribir y con qué periodicidad?
Todo esto podría dar para hacer otros dos artículos, pero vamos a intentar resumirlo.
Quién quiero que me lea
Analizar a nuestro público objetivo, las personas a las que vamos a dirigirnos, es fundamental si queremos conectar con ellas. Evidentemente no se puede hablar de la misma manera, ni sobre los mismos temas, a las empresas y a los clientes finales, por poner un ejemplo.
También puede ser necesario tener en cuenta la procedencia geográfica, edad, gustos, intereses… una recomendación habitual es crear perfiles detallados de individuos concretos, ficticios (inventarse, por ejemplo, a Laura Pérez, ejecutiva de cuentas de tal empresa), y escribir para ellos.
Sobre qué voy a escribir
Encender el ordenador y liarse a teclear sobre “eso que me suena que interesa mucho a no sé quién, ¿sabes?” no es la mejor idea.
Un buen keyword research previo nos ayudará a disponer de una generosa lista de títulos que responderán a las búsquedas de los usuarios que queremos que nos lean. De esta manera, no solo tendremos siempre temas sobre los que escribir, sino que además produciremos artículos que se posicionarán en Google.
Excel o las hojas de cálculo de Google son nuestros aliados en este punto: un documento que recoja títulos, palabras clave, fechas y objetivos de cada post nos ayudará a librarnos de la tentación de andar improvisando.
La fase previa: documentación y boceto de la estructura
Ahora que tenemos un plan de contenidos y sabemos cuál es el artículo que nos toca escribir esta semana, podemos empezar a trabajar.
¡Aún no es el momento de coger el teclado! Aunque ya tenemos claro sobre qué vamos a escribir, debemos recordar que nuestro objetivo no es escribir un post rápido, sino uno bueno. Así que antes de comenzar a juntar letras, hay dos tareas que nos ayudarán mucho: documentarnos y preparar un boceto.
Lo ideal siempre es escoger temas que controlemos, por supuesto, pero buscar información adicional nos ayudará a enriquecer el artículo y, por tanto, maximizar los resultados. Podemos incluir diferentes formas de enfocar un problema, recomendaciones que no se nos habían ocurrido, etc.
Y crear un boceto del post hará que la redacción resulte mucho más sencilla. Ya no tendremos que enfrentarnos a una hoja en blanco, sino que el trabajo será más parecido a ir rellenando huecos y desarrollando apartados.
Además, a Google le gustan los posts desarrollados y bien organizados, con una estructura de titulares y subtitulares (H1, H2, H3, etc.) coherente. Así que si desarrollamos ese andamiaje antes de empezar a escribir, mejor que mejor.
Aunque esta fase preliminar puede resultar menos “divertida” que escribir el post en sí, su impacto en la calidad final del artículo es notable. Y los usuarios lo agradecerán en forma de comentarios y actividad en las redes sociales.
Los 10 pasos para escribir un artículo efectivo
Ahora sí: página en blanco, manos en el teclado, sudor perlando la frente… es nuestro momento. Veamos los pasos más importantes para escribir posts que tengan auténtico éxito entre nuestros lectores
Buscar un tono propio
Independientemente de a quién nos dirijamos, debemos hacerlo con nuestra propia voz. Ningún artículo que suene como el manual de una lavadora tendrá éxito.
Siempre debemos intentar hablar de forma clara y coherente, por supuesto, pero nuestro tono particular es lo que hará diferentes a nuestros posts.
¿Cómo encontrar ese tono? Pues… con práctica. Cuanto más escribamos, más cómodos estaremos, y menos sentiremos la tentación (comprensible) de imitar a otros.
Utilizar frases y párrafos breves
Internet está saturado de contenido, y tendremos suerte si los usuarios le dedican más de un par de minutos a nuestro post. Si ofrece un aspecto intimidante (párrafos enormes, uno detrás de otro) o es difícil de comprender, huirán.
Aunque no nos guste, el hecho es que ya casi nadie lee. Más bien escaneamos, como está de moda decir. Así que lo más recomendable es utilizar frases y párrafos cortos (no más de 5 líneas), y evitar las oraciones subordinadas demasiado largas.
Dicho esto, probablemente lo más importante es que el texto fluya. Abusar de la brevedad (y muchos blogs lo hacen) y los saltos de línea puede ser tan perjudicial como escribir parrafadas intragables.
Estructurar el artículo con títulos y subtítulos
Si hemos trabajado el esquema en la fase previa, esto resultará mucho más fácil. Se trata de ordenar la información: convertir un bloque de texto compacto (que nadie se leería) en una serie de contenidos perfectamente organizados.
Y no hay que olvidar el SEO: deberemos repartir la palabra clave y sus sinónimos por el texto, sin pasarnos, y también situarla estratégicamente en los H1 y H2. Tanto Google como los lectores sabrán apreciar (y premiar) este esfuerzo.
Insertar enumeraciones y listas
Las listas ayudan a estructurar y esquematizar el contenido, resumir ideas… lo hacen más fácil de digerir, en definitiva. También visten el artículo, de forma que resulta más agradable a nivel visual.
Siempre es buena idea recurrir a ellas, y esa es la razón por la que proliferan los artículos con títulos como “Las 10 claves del marketing digital”.
Adornar el post con imágenes, iconos, GIFs, vídeos, podcasts, etc.
Una vez más, se trata embellecer y enriquecer nuestro post. Las imágenes e iconos llaman la atención y rompen la estructura de párrafos, dando un descanso a la vista de nuestros sufridos lectores.
Y los vídeos, podcasts y similares les dan vida a nuestras palabras, las ilustran, además de otorgarle un aspecto más profesional al post.
Vigilar las faltas de ortografía
Esto es muy obvio, o debería serlo, pero nuestra fama como gurús del sector se irá al traste rápidamente si escribimos burro con V.
Es fundamental cuidar la gramática y la ortografía, además de los signos de puntuación (incluyendo las pobres exclamaciones e interrogaciones iniciales, tan de capa caída últimamente).
Buscar sinónimos para las palabras que se repitan
Al revisar el texto, en más de una ocasión descubriremos, seguramente, que nos estamos repitiendo. Podemos evitarlo recurriendo (con moderación, ya que pueden causar estragos) a diccionarios de sinónimos, de los que encontraremos muchos en Internet.
Cuidar al máximo el título y la descripción
Esta sección es lo que verán los usuarios en Google. La que hará que decidan, en segundos, si nos visitan o no.
Por ello, es una parte a la que hay que dedicar tiempo y cariño. Este tema también daría para otro artículo, pero, por ahora: son apenas tres líneas, pero deben tener gancho, sorprender, generar intriga, crear interés. Las pautas son:
Ir directo al grano, brevedad y claridad.
Comunicar los beneficios del post a los lectores.
Utilizar las mayúsculas para las palabras que queramos destacar.
Insertar números y listados (de nuevo, «las 10 claves del marketing digital»).
Incluir la palabra clave.
Emplear un lenguaje que impacte: mejor «10 trucos imprescindibles» que «10 consejillos que no están del todo mal».
Las pautas para redactar un buen título están tratadas con más detalle en este artículo.
Revisar el texto tantas veces como haga falta
No importa lo bien que escribamos y lo mucho que sepamos del tema que estamos tratando: nadie, o casi nadie, escribe un post de una sentada y sin erratas. Tendremos que revisar el artículo varias veces para asegurarnos de que todo está tan pulido como sea posible. Cambiar palabras, corregir faltas, reescribir párrafos, reordenar secciones… lo que sea necesario.
Optimizar otros factores SEO
Ya hemos hablado de la importancia de jugar con la palabra clave y sus sinónimos, e insertarlos en los lugares adecuados. Una vez terminado el post, hay otros factores SEO que deberíamos tener en cuenta:
Editar la URL. Las URL deben incluir la palabra clave, sin preposiciones ni palabras «huecas», y tener un aspecto amigable. Es decir, mejor www.sergiomartinezorbea.es/ejemplo-url que algo del estilo www.sergiomartinezorbea.es/?-243URL-optimizar?=true (sí, es inventada).
Insertar enlaces a otros posts del blog. Una buena forma de revitalizar de cara a Google los posts más antiguos de nuestro blog. Además, así incitamos a los usuarios a leer otros artículos y aumentamos, por tanto, el tiempo que pasan en la web.
Reducir el peso de las imágenes (no más de 100 kbs., si es posible) y rellenar los atributos title y alt con nuestra palabra clave.
Utilizar las categorías y etiquetas apropiadas. Las categorías son los temas principales en los que organizamos el blog, y ningún artículo debería tener más de dos. Las etiquetas, por su parte, ayudan a concretar de qué estamos hablando. En este caso, entre dos y cuatro es lo ideal. Por ejemplo, una categoría puede ser «Gastronomía»; las etiquetas, «Comida italiana», «Comida china», etc.
Estos son los principales pasos para escribir un artículo efectivo. Sin duda podríamos profundizar en algunos de ellos, y tal vez añadir otros, pero partiendo de esta base, y con cuidado de no cometer errores, lograremos crear contenidos mucho más efectivos.
Y contenidos efectivos no significa otra cosa que contenidos que generen resultados. Que es, al final, de lo que se trata.
Deja una respuesta